Faltan muy pocos días para el 10 de diciembre, día en que asumirá el nuevo presidente, Javier Milei, y su gabinete de ministros y de secretarios. Entre estos estaría Eduardo Vilella, futuro secretario de Bioeconomía, que deberá velar por los intereses de la producción agropecuaria argentina y atender los múltiples pedidos de los hombres de campo realizan mediante sus agremiaciones en pos de dar certezas a tantas necesidades del sector y sobre los cuales poco hizo el Gobierno saliente.
Actualmente el campo y el país enfrentan graves problemas en lo referente a costos y a la inflación. Las medidas que tomó el Gobierno que está finalizando de nada sirvieron.
Las organizaciones que representan al sector agrícola ganadero del país no ven salida, si se continúa transitando el mismo camino que vienen recorriendo las diferentes administraciones desde hace muchos años. Pero las esperanzas se renovaron con lo que sucedió en el balotaje, y el campo espera que sus pedidos sean oídos y tomados en cuenta por las nuevas autoridades.
Hay que insistir que la queja no sirve de nada; y que actualmente se precisa del involucramiento de todos para que se pueda superar la crisis de todo tipo en que está sumergido el país.
Varias veces y desde hace tiempo los gremios vinculados al campo vienen proponiendo diversas ideas, que deben ser tomadas en cuenta y que fueron desoídas por la gestión que finaliza en 16 días.
La Sociedad Rural Argentina (SRA), Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro) y la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), entre otras, consideran que el nuevo Gobierno debe escucharlos y tener en cuenta lo que solicitaron por medio de sus respectivos comunicados difundidos tras el triunfo de Milei.
El campo afirma que el tipo de cambio oficial y los múltiples tipos de cambio legales alternativos perjudican cualquier tipo de producción.
Las asociaciones ruralistas solicitan que se apliquen reglas claras para el campo, mediante la liberación del comercio y el cierre de la brecha cambiaria, y que se dé claridad en la eliminación de los derechos de exportación.
En su momento CRA había presentado un documento que propone, ante todo, respetar un marco institucional sólido, alcanzar equilibrios macroeconómicos y adoptar una serie de medidas para impulsar la producción agropecuaria y las economías regionales, para reactivar el sector productivo y para abrir camino hacia el desarrollo económico y humano.
Se debe ir hacia unas nuevas economía y sociedad, organizadas en torno de la producción y del trabajo privado, y no de un Estado ineficiente, interventor y redistribuidor, que ahoga al sector privado.
En el documento, los directivos de CRA proponen respetar un contexto institucional, alcanzar equilibrios macroeconómicos y medidas para lograr un shock de producción agropecuaria y de economías regionales, para ayudar a que el sector productivo se ponga de pie y recupere un camino hacia el desarrollo económico y humano.
En lo netamente productivo, propone medidas para promover la producción agropecuaria y para mejorar la situación de las economías regionales: eliminar el cobro por los derechos de exportación, cambiar la estructura tributaria Nación-provincias-municipios en pro de la producción, y evitar la superposición de niveles tributarios.
Que se lleve adelante una reforma y capacitación laboral, con reducción del costo laboral de las contribuciones patronales y de los riesgos de trabajo. Que haya libertad de comercio interior y exterior; y que se busque la forma de abrir más mercados de exportación para todos los productos y servicios del campo. El financiamiento es fundamental, por lo cual no debería haber demoras en su ejecución.
En lo referente a las economías regionales se debe mejorar y solucionar el empleo y los planes sociales, para que el sector disponga de mano de obra eficiente en tiempo y forma, sumado a la apertura de nuevos mercados de exportación para toda la producción que se realiza en diversas zonas productoras del país.
Sin dudas las autoridades elegidas en el balotaje tienen en sus planes aplicar muchos de los pedidos realizados por el campo. De hecho, formaron parte de su estrategia de campaña electoral, por lo cual seguramente el documento será tenido en cuenta, y se buscará la forma de dialogar sobre estos temas con todas organizaciones vinculadas a la producción para tomar el mejor camino a mediano y a largo plazo.